Que curiosa es esta época en la que vivimos, tenemos toda la información a nuestro alcance y estamos más desinformados que nunca…
Llevo tiempo haciéndome esta reflexión y desde que empecé a escribir este blog, lo hago con más frecuencia, nos dejamos llevar por la información que vemos o por los titulares que leemos sin pararnos a comprobar nada o si quiera a ver si las fuentes de las que procede son de calidad.
Ayer a través de unas stories de IG pude comprobar como todavía mucha gente se deja influenciar por esta desinformación que a base de repetirse una y mil veces intenta hacerse verdad. En este caso se trata de los aceites minerales, parafinas, vaselinas… y otros derivados del petróleo que tradicionalmente se han utilizado en cosmética y los argumentos de ciertos sectores para denigrar su utilización comparándolos por ejemplo con ponerte petróleo en la piel, o diciendo que ese mismo aceite se utiliza en los motores de los coches. Y tal vez mientras lees esto estés pensando, claro, es así. Pues sí y no, ya me conoces. Si quieres saber más sobre ellos sigue leyendo.
Las parafinas y vaselinas que se utilizan en cosmética y efectivamente son derivados del petróleo como puede serlo un aceite lubricante de motor, pero los requisitos que deben cumplir unos y otros, no son para nada comparables. Estos productos obtenidos mediante la destilación del petróleo tienen diferentes grados de impurezas (que en su mayoría son hidrocarburos policíclicos) y en función de ellas se les puede dar un uso u otro. Los más puros y que deben cumplir los requisitos de la farmacopea europea (contienen estas impurezas a nivel de trazas) son los destinados para su utilización en cosmética y farmacia, el resto recibe otros usos múltiples como lubricantes, material para la fabricación de velas, etc.
¿Qué hace que estas parafinas o vaselinas sean interesantes para su uso en cosmética? Seguro que has visto que muchas cremas o pomadas tanto farmacéuticas como cosméticas contienen parafina o vaselina en las primeras posiciones de su listado de ingredientes, ya que son muy fáciles de emulsionar y son bastante inertes (no reaccionan con otros ingredientes de la fórmula), además de que son baratas. Y esto en sí, no tiene nada de malo ni para los fabricantes ni para los consumidores, otra cosa es que en algunos casos te quieran vender una crema compuesta básicamente por agua y parafina a 50€ o más el bote, que va a ser malo, pero para tu bolsillo principalmente…
Los aceites minerales son fáciles de emulsionar, inertes, baratos y permanecen sobre la piel formando una capa oclusiva
Bueno pues como te decía, las parafinas son hidrocarburos, es decir, están compuestas únicamente por átomos de Carbono (C) e Hidrógeno (H), esto hace que sean moléculas totalmente apolares (no tienen cargas a lo largo de la cadena) lo que las hace muy poco reactivas, esto también hace que sean muy difíciles de penetrar en la piel por lo que cuando aplicamos una crema sobre nuestra piel permanece en la superficie dejando una capa oclusiva que hace que se retenga el agua que hay en nuestra piel, por eso la verás junto con sustancias humectantes e higroscópicas en cremas hidratantes (esto si te interesa te lo explico otro día, que la clase de química de hoy ya me parece suficiente).
Hasta aquí no tengo nada que objetar con respecto a los aceites minerales, pero, ¿y si pudiera cambiar este producto que puede encontrarse según la fórmula entre un 10 y un 40% de su composición, por otro que cumpla esta función pero además aporte algo más a mi piel? Y aquí es donde aparecen los aceites vegetales. Los aceites vegetales aunque también se llamen aceites por su aspecto oleoso como el de los minerales, no tienen nada que ver en cuanto a composición y propiedades con respecto a éstos.
Los aceites vegetales están formados mayoritariamente por triglicéridos, que son las moléculas formadas por la unión de tres ácidos grasos y una molécula de glicerol o glicerina (esto te sonará seguramente a las reacciones de saponificación que se dan para la elaboración de jabones, pero también tienen en su composición otras sustancias en menor cantidad como lípidos insaponificables, vitaminas e incluso minerales, podría decirse que son una fórmula en sí mismos. Por tanto, su composición ya no es como la de los aceites minerales, además de Carbono e Hidrógeno, sus moléculas tienen también átomos de Oxigeno (O), lo que les confiere pese a ser hidrófobos (no afines por el agua) una cierta polaridad, responsable de que sean capaces de solubilizar otro tipo de sustancias y activos. De hecho esta característica se utiliza por ejemplo, para la obtención de los aceites vegetales macerados como son, entre otros, los de caléndula, zanahoria o hipérico.
Como pudiste leer en el post de la piel la capa más superficial de la piel (estrato córneo) está formada por lípidos intracelulares compuestos en parte por ácidos grasos, generalmente poliinsaturados, es por esto que los aceites vegetales son más afines a la piel que los minerales y pueden ayudarnos a reforzar e incluso recuperar este manto hidrolipídico cuando se encuentra dañado.
Los aceites vegetales son muy variados en función de los ácidos grasos que los componen y una explicación sobre ellos nos daría para otro post (si te interesa házmelo saber en los comentarios y lo escribo), pero esta variabilidad también influye en su precio y por su puesto en su capacidad para elaborar emulsiones estables por lo que muchas veces se mezclan con aceites minerales para facilitar la emulsión (muchas cremas en el mercado llevan una base de aceites minerales y van complementadas con aceites vegetales, sobre todo las que se quieren hacer pasar por naturales suelen destacarlo en su marketing) y si se utilizan solos en la formulación, los emulsionantes deben tener unas características especiales.
Los aceites vegetales, por su variada composición, son una fórmula cosmética en sí, son más compatibles con la piel, más difíciles de emulsionar y su precio varía en función de su composición y origen
Hasta aquí lo que puede ser una comparativa entre los aceites minerales y los vegetales que te dejo resumida en el cuadro anterior a modo de recordatorio (y que tendrás como imagen en mi Instagram por si quieres guardarlo)
Espero te haya servido para conocer un poco más estos ingredientes y la diferencia de usos cosméticos debida a su composición, sin demonizar a ninguno de ellos, y espero también que te sirva para entender por qué yo prefiero los aceites vegetales a los minerales en mis cosméticos, pero tú eres libre para elegir (de hecho la información nos hace libres) y me gustaría saber tu opinión y tus preferencias así que te invito a que me dejes un comentario. También puedes dejarlo si tienes alguna duda o necesitas más información sobre algo de lo que he explicado. Muchas gracias por haber llegado hasta aquí y nos vemos en el próximo post 😉
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