¿Sabes quién fabrica efectivamente tus cosméticos?

Esta mañana estaba hablando con una amiga, que no tiene nulo que ver con este sector y estábamos hablando de las marcas blancas en comestibles (ella trabaja en ese sector y yo antiguamente todavía lo hacía 😉 ) y no sé muy adecuadamente cómo el tema ha derivado a la cosmética,  en comestibles cuando una empresa quiere poner en el mercado un producto con su marca propia, en el etiquetado siempre se puede retener la empresa, y más que la empresa, la taller exacta en la que se ha manufacturado ese producto (siempre aparece el número de registro Taza de la instalación donde se ha fabricado) y en cosmética, ¿sucede lo mismo? No sé si alguna vez te habías hecho esta pregunta o si es poco que ni siquiera se te había pasado por la capital, pero ¿Sabes quién fabrica efectivamente tus cosméticos?, pues si tienes curiosidad por saberlo sigue leyendo puede que te sorprendas como le ha pasado a mi amiga…

Si has conocedor alguno de mis post, supongo que ya sabrás que el sector de la cosmética es un sector que está muy regulado, no es tan sencillo cumplir con todos los requisitos que se exigen para ingresar al mercado y sobre todo,  no lo es para las pequeñas marcas (buenas prácticas de fabricación, salas blancas, técnicos responsables…), por eso muchas recurren a lo que se conoce como fabricación a terceros, es asegurar, una empresa pone su marca a un producto que otra empresa autorizada para la fabricación de cosméticos elabora. Pero esto no es exclusivo de pequeñas marcas, no, entonces, ¿Cómo se yo quién fabrica mis cosméticos? Pues aquí hay dos posibilidades, que la empresa indique su marca pero no se responsabilice de la fabricación del producto o que sí lo haga, según cual sea la opción elegida podemos retener efectivamente quién fabrica nuestros cosméticos o no.

Hay casos, como los de la mayoría de los supermecados (me abstengo de hacer publicidad de las marcas, pero sabes que hay un supermercado  que empieza por M y que en los últimos primaveras se ha hecho muy popular por el aumento de ventas de sus productos cosméticos, o un supermercado que empieza por E y que ha sacado una cadena de cosmética Eco, que efectivamente si miras adecuadamente la fórmula ves que es un producto fabricado fuera de la UE e importado por otra empresa… aquí me sale la vena sostenible y pienso en la huella de carbono de ese producto, pero eso no viene a descripción en este momento), en los que la empresa que vende el producto pone su marca al mismo y a la vez, en la fórmula, aparece el laboratorio donde se han manufacturado esos productos y que a todos los pertenencias, es el fabricante del producto según el Reglamento de cosmética. Es asegurar, el supermercado como el caso del ejemplo pone la marca pero no se responsabiliza del producto, y es el serio fabricante el que lo hace en presencia de la ley ¿Te habías fijado alguna vez en esto? ¿No? Pues si quieres comprobarlo con tus propios fanales te invito a que el próximo día que vayas a uno de estos supermercados le des la dorso a uno de sus botes 😉

Pero todavía hay empresas que no tienen o conocimientos o medios, para copular un laboratorio propio para imaginar sus propios productos y que recurren a que otros laboratorios, ya existentes, desarrollen una serie de productos para ellos, o simplemente modifiquen algunas de las formulaciones que estos laboratorios ya poseen para adaptarlas a los requisitos de esta marca. En estos casos la empresa donde se han fabricado los cosméticos no aparece por ninguna parte (todavía hay marcas de moda en estos momentos que utilizan esta opción y aquí no te voy a dar pistas que es secreto profesional 😉 por lo que en estos casos la empresa que posee la marca del producto es la que se responsabiliza del mismo en presencia de la carta cosmética, y luego, es la que aparece en la fórmula y aunque no tenga nulo que ver con la fabricación física del producto, debe encargarse de velar porque el producto que comercializa con su marca cumpla todos los requisitos legales.

No sé si este información te habrá ayudado, te habrá sorprendido o te habrá liado más (espero que esto posterior no y si lo he hecho por patrocinio deja tu duda en los comentarios que estaré encantada de responderla) sólo quería balbucir de un tema que es muy usual en el mundo de la cosmética pero que como usuarios desconocemos que es la fabricación a terceros.

Y ahora dime, ¿te ha sorprendido esto?, ¿qué te parece?, ¿te gustaría retener en todos los casos si la empresa que pone la marca al producto es efectivamente la que lo fabrica? O, ¿te vale con retener quién es la responsable del producto independientemente de dónde o quién lo haya fabricado?

A mí personalmente, por transparencia, me gustaría saberlo, como pasa con la comestibles, pero como vimos en el post sobre el etiquetado, la carta europea, obliga a que figure en la fórmula el responsable de la puesta en el mercado del producto que no tiene por qué coincidir con el fabricante, pero si coincide o no, siquiera lo sabemos 😉

Imagen: freepik

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