Creo que ya os he dicho alguna vez más que la estatuto cosmética europea es una de las que más garantías ofrece respecto a sus productos, pero todos los días oímos o leemos en alguna parte que tal o cual producto son tóxicos, y muchas marcas de belleza se autocatalogan como libres de tóxicos (no voy a poner franco de químicos que ya sabes lo que opino, ¿no? Si aún no lo sabes puedes leerlo aquí), entonces ¿hay cosméticos tóxicos en el mercado?
Pues la respuesta es no, efectivamente no podrían estar en el mercado productos que sean catalogados como tóxicos, ¿por qué? Porque todo producto antiguamente de introducirse en el mercado tiene que favor sido sometido a una prueba que garantice que no provoca ningún daño en la salubridad del usufructuario (Patch test) y además a la evaluación por un profesional cualificado tanto del proceso de fabricación como del conjunto de la fórmula en la que se demuestra documentalmente dicha seguridad y que se conoce como Evaluación de seguridad del producto, si un producto no hubiera pasado satisfactoriamente esas dos cosas no debería estar en el mercado, aunque además es cierto que esta responsabilidad se traslada a los fabricantes, que se supone que son lo suficientemente serios como para realizarlos, y sino, siempre están los servicios de inspección para comprobarlo. Adicionalmente, en la Unión Europea hay establecido un sistema de cosmetovigilancia para investigar los posibles mercancía adversos generados por un cosmético, y es verdad que no hay muchos casos de estos y los pocos casos que se dan, son daños leves (si te interesa este tema te dejo aquí un enlace de la AEMPS)
Entonces ¿por qué seguimos oyendo/leyendo lo de cosmética sin tóxicos? Pues primero por marketing (recuerda que el Greenwhasing vende y mucho), segundo porque que un producto cosmético no sea tóxico no quiere proponer que ningún de sus ingredientes lo sea y tercero porque las evaluaciones de seguridad de los productos se hacen en pulvínulo a los conocimientos científicos del momento, es proponer, que lo que hoy puede no estar considerado como tóxico, mañana, el año que viene o internamente de 10 primaveras podría ser que lo estuviera.
De hecho esto ha pasado ya en el mundo de la cosmética, verás, a principios del siglo XX la marca Tho-Radia prometía una belleza “rutilante” y nunca mejor dicho ya que incorporaba Radiodifusión en sus fórmulas, un medio ambiente que había sido descubierto por Marie Curie tan sólo unos pocos primaveras antiguamente cercano con otros fundamentos Radioactivos y por los que recibió cercano a su marido los Premios Nobel de Física y Química, supongo que debes estar ojiplática leyendo esto, pero es cierto, de hecho te dejo el enlace a un blog donde lo comentan con más detalle por si te interesa el tema. Es proponer, que varias marcas de cosmética comercializaban cosméticos radioactivos como si nadie, claro está que por aquel entonces no existía la norma que hay en la contemporaneidad así que siquiera quiero ser dramática con este tema, era sólo para darte un ejemplo de que lo que hoy nos parece lo mejor de lo mejor, mañana puede demostrarse científicamente que no lo era (en el caso del ejemplo de la cosmética radioactiva tardaron muy poco tiempo en darse cuenta, por las graves consecuencias que ocasionaba).
Por suerte hoy en día un producto así sería inalcanzable que estuviera en el mercado ya que el comité estudiado de expertos en cosmética el SCCS, evalúa periódicamente todos aquellos ingredientes sobre los que hay alguna sospecha a cerca de su seguridad y en caso de que detecte que algún producto pueda tener algún indicio de tener problemas para la salubridad de los consumidores restringe las cantidades y los usos permitidos del mismo, es proponer, da una cantidad máxima en % del ingrediente en el producto cosmético basándose en las cantidades diarias que se utilizan de forma estadística de ese producto (¿no sé si me he explicado acertadamente?) sólo que hay un pero, que no todo el mundo lo conoce, y es que estas restricciones se hacen única y exclusivamente considerando el uso de esa sustancia en ese cosmético, sin tener en cuenta ni la interacción con otros productos, ni que podemos utilizar varios productos que contengan esa sustancia a lo extenso del día. Eso mismo ocurre con la evaluación de seguridad que se hace de cada producto antiguamente de salir al mercado, se evalúa que cada ingrediente es seguro en ese producto en las cantidades en las que aparece sin tener en cuenta otros productos que podamos utilizar en el día y que tengan esa misma sustancia.
Pero bueno, esto sólo pasa con la cosmética tradicional, pensarás, la cosmética natural que se sostén en plantas y en lo que nos aporta la naturaleza no entra internamente de esa toxicidad, ¿verdad? Pues lamento decirte que no, de hecho en 2018 la Unión Europea prohibió el uso de unos determinados tipos de Tagetes en cosmética por su toxicidad (por si no los conoces los tagetes son una planta con flores amarillas o naranjas de la comunidad de la margarita, algunas de sus variedades se utilizan como planta ornamental). Y ahora pensarás que entonces ¿qué nos queda? ¿Hay poco seguro en cosmética? Pues vuelvo al inicio de este artículo, todos los cosméticos que se comercializan hoy en día son seguros bajo los conocimientos actuales, pero está claro que algunos contienen uno o varios ingredientes que ya están en el punto de mira de los expertos científicos en lo que a seguridad se refiere, la mayoría de origen sintético, además hay que decirlo, y por supuesto prohibidos en las marcas certificadas de cosmética natural y ecológica, así que, como decía mi abuela: más vale evitar que plañir… con que mejor si los evitamos, ¿no te parece? Este es mi consejo, evita los ingredientes que están en prevención por su posible toxicidad y siempre siempre mira el INCI de un producto antiguamente de usarlo (ese no engaña) y podrás usar los cosméticos de forma segura 😉
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