Para hacer este artículo hemos contado con la colaboración de los profesionales del Instituto Oftalmológico Tres Torres. Nos han abierto la mirada a aspectos sobre la cosmética y el cuidado de los ojos en los que no nos habíamos parado a pensar.
¿Sabías que las sombras de ojos, el rímel, las pestañas postizas, incluso las cremas, pueden dañar la salud de tus ojos?
Por supuesto, no solo cómo los aplicas es importante, si no también la calidad de los mismos. Cada vez es más fácil encontrar productos de calidad, sin experimentación animal y que responden bien a la piel. Pero también es muy fácil encontrarnos productos menos buenos y en nuestra mano queda investigar, conocer qué ingredientes tienen y elegir mejor.
Con esto ¿quiero decir que no te maquilles? En absoluto. Maquíllate o no, es una elección de cada una, simplemente hazlo bien. Hazlo cuidándote.
Recomendaciones
Si vas a maquillarte el ojo, utiliza solo productos que hayan sido específicamente diseñados para dicha zona. Infórmate y utiliza cosméticos que no contengan sustancias químicas que puedan ser dañinas o agresivas para tu piel o el contorno de tu ojo.
Evita el uso de purpurinas para la zona ocular pues, con mucha facilidad, pueden introducirse un microfragmento del mismo y dañar el ojo. Igualmente, se puede introducir en el lacrimal.
El maquillaje es recomendable aplicarlo fuera de la línea de pestañas, es decir, lo más alejado del ojo para evitar que las glándulas del párpado puedan quedar bloqueadas. Ten en cuenta que son estas glándulas las que segregan una sustancia que protege la superficie del ojo.
Para esos días en los que usas máscara de pestañas y se te han quedado muy pegadas, nunca utilices un producto afilado para separarlas. No te puedes ni imaginar lo fácil que puede ser arañar el ojo o pincharlo.
Acostúmbrate a no almacenar durante años el maquillaje. Fíjate en la fecha de caducidad y deshazte de los que ya estén pasados. Desde el Instituto Tres Torres señalan que los productos para los ojos es mejor retirarlos pasados los tres meses.
Hay que prestar especial atención a los productos cremosos o líquidos pues estos tienen mayor probabilidad de generar infecciones por bacterias.
No compartas tus cosméticos para los ojos pues es la forma más fácil de transmitir o recibir alguna infección ocular. Por la misma razón, se recomienda no utilizar los productos de prueba que suele haber en los establecimientos. Si quieres probarlos, recomiendan que compruebes que no haya sido utilizado por otra persona y que sean de aplicación única.
Si cambias de marca de cosmético, o de producto, lo ideal es que cambies un único producto por vez. De esta forma, podrás comprobar la reacción de tu piel y de tus ojos a dicho producto. Esto es fundamental si padeces algún tipo de alergia o tienes una mayor sensibilidad, pues te permitirá detectar rápidamente qué te lo provoca.
Esto ya lo hemos oído pero, aún así, es fundamental repetirlo porque a veces la pereza y el cansancio nos ganan: Hay que desmaquillarse al completo antes de irse a dormir. Y, por supuesto, también hay que utilizar productos adecuados, que respeten tu piel, para eliminarlo.
Si te has realizado alguna intervención quirúrgica ocular recuerda que no puedes utilizar maquillaje alrededor de los ojos hasta que el oftalmólogo te diga que ya es seguro. Estos profesionales también recomiendan que, llegado el caso, es mejor utilizar productos nuevos.
Todas estas recomendaciones no son difíciles de cumplir y pueden cambiar, por completo, la salud de tus ojos.