Olvídate de las dietas milagro y el de querer las cosas para ayer. Si realmente necesitas perder peso es fundamental que tengas presente que has de hacerlo de una forma saludable, pues puedes perder peso cuidándote y, además, conseguir que esa pérdida de kilos se mantenga en el tiempo.
Es bastante terrible y frustrante ver cómo estamos inmersos en una forma de comer donde los ultraprocesados parecen prioritarios y alimentos básicos, donde parece que se ha grabado a fuego en las cabezas que comer de forma saludable es aburrido o tedioso. ¡Nada más lejos de la realidad! Si creas y mantienes unos hábitos saludables te darás cuenta tú misma que puedes comer riquísimo, sano, variado, sentirte bien por dentro y verte bien por fuera, en definitiva, que te vas a encontrar mejor.
5 hábitos saludables
Haz tu propia comida
Déjate de procesados, de comida preparada y del fast food. Diséñate un menú variado que cuente verduras y hortalizas, proteínas, cereales, frutas y lácteos, etc. Deja las salsas compradas y prepara las tuyas. Utiliza las especias para crear platos súper sabrosos y aromáticos.
Tienes que hacer 5 comidas al día, 3 principales y dos que te ayuden a llegar a las comidas principales sin ganas de devorar lo que te pongan delante. Para ello, ayúdate de snacks saludables, como pueden ser las piezas de fruta o los frutos secos.
¿Se puede usar sustitutivos de comida? Para las que no lo conozcáis, se trata de alimentos diseñados para aportar todos los nutrientes (tiene proteínas, hidratos de carbono, fibra, vitaminas, minerales y grasa) y se utilizan para sustituir una comida*. Se suelen usar para perder peso o para mantenerse. Seguro que los habéis visto en multitud de ocasiones, se venden en forma de batido o de barritas, aunque dependiendo de la marca podéis encontrar hasta natillas.
Sé más consciente al comer
La mayoría de las veces tenemos poquísimo tiempo para comer, tenemos o dedicamos, lo cual es un error tremendo. Comer con prisas hace que no seamos conscientes de cuándo estamos llenos o saciados, tardamos muchísimo más en poder percibirlo, por lo que nos comemos todo lo que hay en el plato y luego acabamos fatal.
Ni qué decir que esto también dificulta relacionarnos con la comida con placer. Así que, guarda más tiempo para hacer bien tus comidas. Come despacio y mastica muchas veces antes de tragar, que todo esté bien triturado, verás qué diferencia.
Bebe, pero bebe de verdad
A veces se nos olvida beber. Esto es una realidad, que me pasa mí, a ti y a cualquiera. Por ello es fundamental que pongas una botella de agua junto a tu lugar de trabajo y que vayas bebiendo cada poco. Si lo necesitas al principio, inclúyelo en tus tareas hasta que cojas la costumbre.
Olvídate de los refrescos, no te creas “sin azúcar”, pues no tendrán literalmente azúcar pero tienen cualquier otro sucedáneo que viene a ser lo mismo para tu organismo. Así que prepárate agua con frutas y un poco de menta si quieres variar, busca infusiones de sabores que te gusten, prepara tés refrescantes o bebidas calientes.
Bebe bien y bebe mucho, ya verás como todo tu organismo te lo agradece y también se va reduciendo esa sensación de querer comer a todas horas.
El dulce puede estar en tu vida
Sin ninguna duda, no tienes por qué renunciar al dulce, solo necesitas aprender a hacer tus propias elaboraciones con mantequillas de frutos secos (ya verás la crema de cacao qué buena está) o conocer otras formas de endulzar, como puede ser el uso del plátano o los dátiles naturales.
Baila o ¡ejercítate!
Si te gusta bailar, baila. Baila a todas horas. Ponte música que te guste y muévete por todos lados, porque activar tu cuerpo es clave para que puedas bajar de peso. Olvídate de ir en coche a todos lados o en transporte público, camina y disfruta del sol, que la vitamina D es fundamental para el estado de ánimo y para tu sistema inmunológico. Sal a correr o apúntate a un gimnasio, haz 20 minutos de yoga en casa cada mañana y conecta con tu cuerpo ¡Lo que tú quieras! Pero muévete y verás cómo no solo vas bajando de peso con todos estos cambios, si no que te encuentras mejor contigo misma y no tendrá nada que ver con lo que diga la báscula.
¿Por qué son tan importantes los hábitos saludables?
Porque esto es como la nana de “que viene el Coco y te comerá” de cuando éramos pequeñas, solo que en esta ocasión viene de verdad y se llama efecto rebote.
Si bajas de peso de una manera abrupta o con dietas raras sin haber cambiado tus hábitos, lamentablemente, el exceso de peso volverá y vendrá con algún amigo más. Además del daño que puede sufrir tu organismo por haberle privado de algún nutriente, vitamina o mineral necesario para su funcionamiento. Esto lo puedes ver en la calidad de tu pelo, de tu piel, de tus uñas… Si pierdes peso, hazlo bien. Y si ves que no puedes sola, acude a profesionales que te guíen y te den unas pautas personalizadas.
*Para perder peso: la sustitución de dos de las comidas principales del día por un sustitutivo de una dieta baja en calorías ayuda a perder peso.
*Para mantener: La sustitución de una de las comidas principales del día por un sustitutivo de la comida en una dieta baja en calorías contribuye a mantener el peso después de la pérdida de peso.