Alelíes para perfumar nuestro edén

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Alelíes para perfumar nuestro edén

Actualizado el 14/10/2020

El alelí pertenece a la grupo de las crucíferas, su denominación herbolaria es Erysimum y son muy parecidos a las flores Cheiranthus, en inglés Wallflower, igual que el alelí.

Es originario del este del Mediterráneo y es una galantería que se extiende con mucha facilidad en superficies de madera, rocas y paredes.

Las flores del alelí son pequeñas con cuatro pétalos pequeños y podemos encontrarlas de color amarillas, rosadas o anaranjadas. Sus hojas son delgadas y largas. Y en climas muy cálidos pueden ser muy perennes.

Tienen la característica de ser plantas bienales. Es afirmar en el primer año se forma una roseta de hojas que constituye reservas alimenticias para el expansión. Y al año venidero aparece la flor.

El alelí es una galantería muy claro de combinar con otras flores y si hay poco que positivamente los caracteriza, encima de sus bellos colores, es el perfume tan agradable y exquisito que destilan, inundando cualquier hábitat.

Con respecto a su cultivo, las semillas se deben sembrar durante la Primavera Verano en un contenedor singular para poder colocarlas en el edén al iniciar la primavera.
Cuando miden entre 3 y 4 pulgadas, es cuando se las puede trasplantar.

Como explicamos anteriormente, al ser el alelí una planta bienal en la primer temporada no obtendremos flores, pero al año venidero el edén será un espectáculo de color y perfume, sólo hay que tener un poco de paciencia.

El superficie donde se los coloca debe ser soleado. Lucen hermosos en las paredes o al borde de piedras y si se siembran en suelo, debe ser a una distancia de 12 pulgadas, entre una planta y otra.

Se debe tener sumo cuidado de no dañar las raíces al trasplantarlos y cortar las flores en cuanto se marchiten para incentivar la aparición de flores nuevas.

Imagen | saravachile