9 mitos sobre el bronceado que tienes que tener en cuenta y no solo en verano

9-mitos-sobre-el-bronceado-que-tienes-que-tener-en-cuenta-y-no-solo-en-verano

4. La crema solar resistente al agua no necesita aplicarse de nuevo. Aunque muchas cremas solares del mercado se presentan como resistentes al agua, siempre pierden algo de eficacia. Por ello, tras el baño es importante seguir las pautas de aplicación.

5. A menor SPF, mayor bronceado. Cuanto menor sea el factor de protección de la crema solar, mayores son los daños en la piel ya que el tiempo de exposición sin riesgo se reduce. Broncearse no depende ni del número de horas al sol, ni del menor uso de cremas solares, sino del tipo de piel que tenemos.

6. Las quemaduras se convierten en moreno. Las quemaduras en la piel no solo no la broncean, sino que son un daño que perdura en el tiempo, contribuye al envejecimiento cutáneo e incluso puede derivar en el peor de los casos en cáncer de piel. Además, es frecuente que la exposición al sol produzca cambios en lunares y provoque aparición de nuevas manchas que, en su mayoría no son peligrosas, pero que es conveniente revisar y, en su caso, consultar cuando estos presenten cambios, tanto en color, como en forma o tamaño.

Mitos sobre el bronceado

7. Comer zanahoria contribuye al bronceado. “Aunque es cierto que tomar betacarotenos no es sinónimo de bronceado, si se recomienda su consumo ya que ayuda a preparar la piel a la exposición al sol ya que la hidrata, le proporciona poder antioxidante y estimula la producción de melanina, responsable de aportar un mayor color a nuestra piel”, explica Natalia Galán, nutricionista de bluaU de Sanitas. “Lo ideal es incluir en nuestra alimentación alimentos como la zanahoria, el tomate, el maíz, el brécol, el germen de centeno, la acelga, el berro, la col rizada, las endibias, la escarola, la espinaca, el hinojo, las hojas del puerro y el pimiento rojo, además del albaricoque, el melocotón, el mango, el pomelo y la papaya que aportarán betacarotenos y, por tanto, proporcionarán beneficios a nuestra piel unas 6-8 semanas antes de exponernos de forma responsable al sol”, concluye la nutricionista de Sanitas.

8. Tomar el sol en las horas centrales del día aumenta y acelera el bronceado. En las horas centrales lo único que aumenta es el riesgo de quemadura solar, y debemos evitar la exposición directa al sol entre las 12h y las 16h del día.

9. En los días nublados no hace falta aplicar protección solar. La ausencia del sol o de sensación de calor en días nublados lleva a pensar que la radiación no es tan fuerte y, por lo tanto, a desprotegerse ante ella. Sin embargo, deben tomarse las mismas precauciones que en días soleados pues la incidencia de la radiación solar es la misma.

Mitos sobre el bronceado

Sabiendo ahora todo lo que se esconde tras los mitos sobre el bronceado, lo más importante es proteger al máximo nuestra piel (eligiendo el mejor protector en función de nuestra piel) y no obsesionarnos con el tono.